Voy a darle un poco de vidilla a ésto que lleva ya un año sin novedades ( Pere, a ver si te animas tu también ;-))
Tengo cosillas en mente, pero aún no hay nada en marcha. Os dejo con el maestro Bécquer =)
Sobre la falda tenía
el libro abierto;
en mi mejilla tocaban
sus rizos negros.
No veíamos las letras
ninguno creo;
mas guardábamos ambos
hondo silencio.
¿Cuánto duró? Ni aun entonces
pude saberlo.
Sólo sé que no se oía
más que el aliento,
que apresurado escapaba
del labio seco.
Sólo sé que nos volvimos
los dos a un tiempo,
y nuestros ojos se hallaron
y sonó un beso.
martes, 21 de julio de 2009
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